¿SABES COMO VIVIR CON TU ENFERMEDAD?
DILE NO A LA NEGATIVIDAD
Los pensamientos pueden tener un enorme efecto sobre nuestro estado de ánimo y a su vez, en nuestras percepciones del dolor. Esto se puede volver un círculo vicioso. Un incremento de los síntomas puede desencadenar pensamientos negativos, como "No llego a ningún lado" "Nunca mejoraré" o "esto no tiene solución." Semejantes pensamientos pueden luego hacernos sentir ansiosos, tristes, enfadados y desamparados, intensificando el dolor y desencadenando otro asalto de pensamientos negativos y más tensión muscular. Aprende a reconocer y a cambiar tus pensamientos negativos habitualmente negativos con un proceso de tres pasos descrito en el artículo:
!SI¡ A LOS PENSAMIENTOS Y ACTIVIDADES AGRADABLES (Distracción)
La inmersión en
pensamientos y actividades agradables puede disminuir los síntomas del dolor
porque proporciona distracción. Hacer actividades placenteras también pueden
distraerte del dolor. Unos ejemplos son leer un libro, ver una película,
escuchar o tocar música y disfrutar de la naturaleza.
MEJORAR EL SUEÑO
Si tomamos medidas para
mejorar el sueño también reduciremos el dolor. Las estrategias de automanejo
para dormir mejor incluyen limitar las siestas diurnas, tener un dormitorio
confortable y tranquilo, irse a la cama y levantarse a horarios fijos y evitar
estimulantes, como la cafeína, el chocolate y el tabaco.
VIVIR UNA ESPERANZA REALISTA
¿Que es esto?
Yo al principio tampoco lo
entendía, y me lo explicaron, cuando a uno le diagnostican una enfermedad crónica
lo primero que sale por la ventana es la esperanza, en algunos casos, en otros la esperanza se queda pero se vuelve
falsa.
En el primer caso, vemos
todo negativamente, se van nuestros sueños, nuestro modo de vivir, costumbres, ideas,
pensamientos, todo cambia para mal y vemos solo la oscuridad sin darnos cuenta
que siempre amanece después y vuelve a salir el sol. Ninguna noche es larga ni
dura para siempre por mas dolor que sintamos siempre llega el día inyectando esperanza y vida a todo, no es que
el dolor desaparezca mágicamente pero si nos da animo de que vamos a vivir ese día y que
depende de nosotros que sea maravilloso y no solo por nosotros sino por las
personas que nos rodean.
¿Han pensado en esto?
Nosotros somos parte de una familia, somos madres, hijos, hermanos, amigos de alguien, no solo somos nosotros y nuestra enfermedad !ella vino después¡ , nuestras familias y amigos ya estaban mucho antes, nos aman y sufren con nosotros, ellos son nuestra energía para salir adelante, no estamos solos aunque a veces ellos no sientan nuestros dolores, dudas y miedos como nosotros están ahí intentándolo todos los dias.
Nosotros somos parte de una familia, somos madres, hijos, hermanos, amigos de alguien, no solo somos nosotros y nuestra enfermedad !ella vino después¡ , nuestras familias y amigos ya estaban mucho antes, nos aman y sufren con nosotros, ellos son nuestra energía para salir adelante, no estamos solos aunque a veces ellos no sientan nuestros dolores, dudas y miedos como nosotros están ahí intentándolo todos los dias.
En el segundo caso de la
esperanza falsa para mi es peor que perderla, ya que al menos estamos consientes
de nuestras realidades, pero esta esperanza falsa nos
engaña y nos mete en un mundo irreal que si puede llevarnos a la muerte más que
la propia enfermedad. Imaginemos que nos diagnostican una enfermedad cronica(Lupus,Cancer ,Osteoporosis etc..) y viene
nuestra esperanza falsa y creemos que no es tan grave , que se curara de
inmediato con los pocos o muchos medicamentos que tomemos y seguimos nuestras
vidas al mismo ritmo que antes, esto es muy grave porque la aceptación de
nuestra enfermedad crónica consiste en saber que siempre estará y que nuestros
medicamentos nos ayudaran a tener una mejor calidad de vida, pero que no nos
curaran y que aquellos tratamientos serán de por vida pero pueden ayudar a
reducir el dolor y el malestar, lograr una mayor estabilidad y a disminuir el
sufrimiento psicológico. Este enfoque requiere que nosotros asumamos la
responsabilidad de la gestión del día a día de nuestra enfermedad, pero sobre todo
nuestro ritmo de vida tendrá que cambiar pero no para mal solo cambiar.
Conozco muchos casos de
pacientes que después de sufrir de una esperanza falsa se desilusionan y caen
en depresión lo que los lleva a abandonar sus tratamientos, pero no debería ser
así, ¡No tiene que ser así!
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